El Juzgado de Instrucción número 2 de Donostia investiga a un hombre por presuntamente acosar a distintas personas del colectivo homosexual de Donostia, uno de los cuales ha presentado una querella en su contra por la presunta comisión de un delito de odio. En este documento, al que ha tenido acceso EFE, el querellante, representado en esta causa por las letradas Cristina Morcillo Buj y María Escalante Almarza, le imputa también distintos delitos de calumnias, injurias, acoso, amenazas, lesiones y otro más contra la integridad moral.
La querella, a raíz de la cual ya se ha tomado declaración tanto al perjudicado como a un testigo, sostiene que los hechos denunciados están «todos relacionados con personas LGTBI+, dado que el conjunto de hombres con los que se relaciona el investigado» en el citado contexto es de condición «homosexual».
Los hechos ahora investigados se remontan al año 2013, cuando la víctima comenzó a utilizar una red social basada en la geolocaliación para conectar con hombres homosexuales y bisexuales. Mediante esta herramienta conoció al ahora querellado, aunque sin llegar nunca a «quedar en persona», a pesar de que intercambiaron sus números de teléfono.
Según la querella, en 2019, transcurridos seis años, la víctima contactó por medio de la citada red social con un «perfil» con el que acordó un encuentro en Hernani, si bien cuando acudió a la cita constató que la otra persona era en realidad el hombre que conoció en 2013 y que supuestamente ahora se escondía tras un perfil falso. Meses después, el perjudicado volvió a contactar con otro perfil diferente en la misma red social, tras el que paradójicamente se volvía a ocultar el querellado, con el que la víctima quedó sin saberlo en un domicilio de la misma localidad. Una vez accedió al interior de este piso, el perjudicado descubrió que allí se encontraba la misma persona que la vez anterior por lo que «decidió marcharse».
En ese momento, el hombre le cogió por la cabeza y presuntamente le golpeó contra el marco de la puerta, si bien «tras un breve forcejeo», la víctima pudo marcharse «con un gran ataque de ansiedad». A partir de este incidente, el damnificado comenzó a recibir «constantes llamadas de números ocultos» con amenazas de agresiones y de muerte.
La querella concreta también que «aprovechando la geolocalización» de la citada red social el querellado le habría mandado fotografías «a través de distintas redes sociales» en las que aparecían su lugar de trabajo y otros puntos que el perjudicado «frecuenta usualmente».
El citado documento atribuye asimismo al investigado la creación de varios perfiles falsos en las redes sociales para divulgar «información de carácter falso» sobre él, además de transmitir a varias personas del entorno de la víctima que «tuvieran cuidado» con ella porque «sufre enfermedades de transmisión sexual» como el VIH. Esta situación «ha interferido totalmente en la esfera personal y relaciones» del damnificado y le ha puesto en la «tesitura de tener que dar explicaciones sobre su sexualidad y su estado de salud, abarcando lo más profundo del derecho de su intimidad», recalca la querella.
Este documento revela asimismo que varias personas del «círculo cercano» a la víctima «vienen sufriendo consecuencias muy similares» a las del perjudicado y constata la existencia de «más afectados» que fuentes del caso sitúan tanto en Donostia como en Vitoria, Pamplona y Madrid.