A pesar de que le echaron en dos ocasiones del bar donde agredió a las mujeres, el siguió insistiendo.
El hombre que fue detenido por la Ertzaintza el 31 de octubre de 2021 acusado de haber practicado tocamientos de índole sexual a tres jóvenes en un bar de Zumaia se enfrenta a una petición de tres años de cárcel por parte de la Fiscalía, que le imputa tres delitos de agresión sexual.
Según recoge el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos habrían sucedido en el interior del citado establecimiento, donde el inculpado presuntamente comenzó a dirigir «miradas lascivas» a la primera víctima, contra la que supuestamente se «restregó» al pasar a su lado sin que la perjudicada llegara a prestarle «atención alguna».
Tras seguirla posteriormente hasta el baño, el inculpado esperó a que la chica saliera para «agarrarla sin su consentimiento» y, aunque ésta le apartó, él continuó «con la intención de agarrarla y tocarla nuevamente» hasta que finalmente lo volvió a apartar y le dijo: «ya está».
Esta situación propició que un camarero expulsara al procesado del local, aunque posteriormente regresó para dirigirse a una segunda víctima a la que presuntamente «tocó el culo sin su consentimiento además de colocarse muy cerca para restregarse sobre ella», hasta que una camarera lo apartó de la chica.
El documento de la Fiscalía detalla otro episodio ocurrido en la zona de acceso a los baños del mismo bar, donde el hombre, defendido en este procedimiento por la letrada Cristina Morcillo Buj, habría tocado «los brazos y los pechos» a una tercera chica «sin su consentimiento».
Posteriormente, el encausado le habría impidió abandonar el lugar «bloqueando la salida», mientras la víctima le empujaba «en varias ocasiones» mientas gritaba para que «le dejara salir» de allí, hasta que una tercera persona abrió la puerta y la chica «aprovechó» para escapar «precipitadamente».
El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de tres delitos de agresión por los que reclama un total de nueve años de prisión para el acusado y que indemnice con 1.500 euros a dos de las víctimas por los daños morales causados y con 3.500 a la tercera debido a que ésta también habría sufrido una «lesión psíquica» debido a lo sucedido.
